Ese
mismo día estuve con él, saboreando cada palabra que decía en intentando no parecer estúpida ante esos
ojos verdes. Es tan difícil escribir mal de alguien que quieres y es tan difícil
pensar en una relación sin saber amar. Si os soy sincera, no sabéis de quien
hablo ni mucho menos quien soy pero os aseguro que estoy cagada. Lo siento si
no soy capaz de reconocerlo delante de mi gente y aquí si, en mi anonimato pero
me aterroriza no saber querer a alguien. Nunca ha sido necesario. No hasta
ahora, por una parte me digo: No le mires, no hables con él pero cada vez que
está hago todo lo contrario. Es inevitable.
Luego
me pongo a escribir y me doy cuenta de que si supiese donde está ahora mismo
iría a verle. Creo que él también lo haría.
Cuando
volvía a mi casa pasó. Ya es primavera y en mi vida he visto muchas pero la
primera mariposa de este año se me acercó, vino directa, parecía que iba con
una lanza a matarme ¿De amor? en ese momento me entró la risilla tonta que
tengo recordando como en un libro que
leí el pasado verano hablaba de la relación de las mariposas y el amor ¿El destino?
Esa mariposa blanca a lo mejor me traía otro tipo de suerte o quizá no, pero lo
recordaré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario